20 de agosto de 2010

EL GEOPARQUE DE LAS VILLUERCAS


El Geoparque de Las Villuercas: su importancia geológica


Magín Murillo Fernández

Presidente de la Asociación Geológica de Extremadura (AGEX)
Profesor de Geología y Biología del IES "El Brocense" (Cáceres)


La comarca de Las Villuercas se encuentra situada al sureste de la provincia de Cáceres. Desde el punto de vista geológico se encuentra incluida en la zona Centro-Ibérica del Macizo Ibérico, también llamado Macizo Hespérico. Este macizo ocupa, de forma irregular, la parte más noroccidental de la península Ibérica.


Las Villuercas constituyen un macizo montañoso con una serie de sierras paralelamente alineadas. Se suele denominar a este tipo de morfología relieve apalachiano o apalachense, por analogía con las formas del terreno que se dan en los Montes Apalaches de Norteamérica. Suelo decir, permítanme la licencia, que si cuando se estudió el relieve de Las Villuercas hubiésemos acuñado aquí el término “villuerquino” ahora se hablaría de relieve villuerquino para referirse a los Montes Apalaches. En fin, esto quizás sea por mi parte, nada más que un delirio del arraigo villuerquino. Insisto, perdón a los lectores por esta licencia.

El relieve apalachense de Las Villuercas: sucesión de sierras paralelas entre el Tajo y el Guadiana

Entre las sierras se encajan los respectivos valles, unos llevando sus aguas a la cuenca del Guadiana (ríos Guadarranque, Guadalupejo y Ruecas), otros hacia la cuenca del Tajo (ríos Gualija, Ibor, Viejas, Almonte y garganta de Santa Lucía).

La puebla de Guadalupe desde el pico de "La Villuerca"

Del pico de La Villuerca (1.601 m), máxima altura del macizo, en las proximidades de la puebla de Guadalupe, parten un conjunto de sierras de disposición paralela y con dirección predominante sureste-noroeste, que van disminuyendo en altitud hacia el noroeste, configurando un gran arco a través de las sierras de Miravete, Monfragüe, Serradilla, Mirabel, etc., hasta introducirse en Portugal. Insignes geólogos y naturalistas del siglo pasado denominaron a estas sierras "Cordillera Central Cacereña".

Navezuelas y el valle del río Almonte desde el pico de "La Villuerca"

La mayor parte de los materiales rocosos que conforman el territorio pertenecen a la Era Paleozoica, pero algunos tramos rocosos son, incluso más antiguos, de edad Neoproterozoica.
El Proterozoico es un vasto periodo de tiempo que va más allá de los 542,0±1,0 Millones de años (M.a.). Más específicamente, los tiempos geológicos que abarcan desde los 542,0±1,0 millones de años atrás hasta la actualidad se agrupan en el llamado Eón Fanerozoico, mientras que los tiempos anteriores a esa edad, hasta la formación de la Tierra (- 4.570 M.a.), se denominan Proterozoico, Arcaico y Hadeico o Hádico.

Para el lector puede resultar un tanto farragoso el manejo de tanta cifra y tanto término geológico, abreviaremos diciendo, por último en este sentido, que en algunas de las rocas más antiguas de Las Villuercas se han encontrado fósiles de Cloudina, los mismos que los encontrados en Yakutia y Namibia, y cuyos datos geocronológicos los sitúan entre - 542,3±1,0 y - 548,8±1,0 M.a.

Cruzianas, icnofósiles de las cuarcitas de Las Villuercas
(Cañamero)

La geología de Las Villuercas ha sido estudiada de forma profusa desde antiguo. Son muchos los campos de aplicación geológica que pueden estudiarse en Las Villuercas; a saber, Mineralogía, Geodinámica, Geomorfología, Estratigrafía, Tectónica, Paleontología, Sedimentología, etc., son disciplinas geológicas que los geólogos han aplicado para desglosar los secretos que esconden sus rocas y para obtener recursos naturales como la cal y los minerales de las explotaciones mineras.

Trilobites (Illaenus sp.), crustáceo fósil del Paleozoico de Las Villuercas
(Museo de Logrosán)

Quizás el aspecto geológico que más puede llamar la atención en la comarca, especialmente para las personas no iniciadas en el conocimiento de la geología, sean las grandes estructuras tectónicas de plegamiento que han dado lugar al actual “relieve residual villuerquino”.

Las crestas cuarcíticas de las sierras y los valles pizarrosos de La Villuerca

La comarca sería en un principio, allá por los tiempos Neoproterozoicos y la Era Paleozoica una superficie ocupada por el mar. En este tiempo se depositaban en los fondos marinos los sedimentos que posteriormente darían lugar a los conjuntos de rocas que hoy podemos observar, que son lutitas y areniscas del Ediacárico, lutitas y rocas carbonatadas del Cámbrico, lutitas y cuarcitas del Ordovícico, lutitas y cuarcitas del Silúrico.
A continuación, también en la Era Paleozoica, en los periodos Devónico-Carbonífero, comienza un proceso de fuerte compresión, denominado Orogenia Hercínica, que da lugar a un intenso plegamiento de todos los materiales del conjunto. La región queda emergida hace 300 M.a. y comienza un larguísimo periodo de erosión. Por ello, no existen en Las Villuercas materiales geológicos de los periodos Devónico, Carbonífero y Pérmico del Paleozoico ni de toda la Era Mesozoica (Secundaria). Es decir, durante este tiempo no se produjo, pues, sedimentación marina.

El plegamiento de los estratos marinos y las fases erosivas del macizo villuerquino

Posteriormente, en la Era Cenozoica (Terciaria) se produciría la sedimentación continental de un conjunto de materiales formados por cantos cuarcíticos y pizarrosos y matriz arcillosa que forman las Rañas y los “rañizos", ejemplos notables son las “Rañas de las Mesas de Cañamero” y las "Rañas de Alía", la “Raña de las Mesillas” al norte de Castañar de Ibor, y las "Rañas de Deleitosa" al noroeste de esta localidad.

Las crestas cuarcíticas de la sierra y al fondo las Rañas de Cañamero

Por último, por efecto de la meteorización mecánica producida sobre las cuarcitas de las cumbres, durante el último periodo geológico, el Cuaternario, se dan depósitos de bloques cuarcíticos, algunos de gran tamaño, que se disponen de forma longitudinal en las laderas de las sierras desde la base de las crestas, acumulándose especialmente en las depresiones de la ladera en un delicado equilibrio con la pendiente. Son las típicas “pedreras” o “casqueras” tan representativas en Las Villuercas.
Las típicas “pedreras” de las laderas de las sierras villuerquinas

Durante la orogenia Hercínica se producen, como hemos dicho, grandes estructuras de plegamiento, con una dirección predominante SE-NO que, después de haber sido modeladas durante millones de años por los agentes geológicos, son las que definen hoy el relieve apalachense de Las Villuercas.
Las estructuras de plegamiento se manifiestan como grandes curvaturas de los materiales hacia arriba o hacia abajo que determinan los anticlinales y sinclinales respectivamente. Son estructuras de fácil reconocimiento con ayuda de la cartografía geológica, fotografía aérea o sobre el propio terreno.
Estructura de plegamiento de la "apretura" o portilla del río Almonte

Todo el conjunto está afectado por varios sistemas de fracturas, en algunos casos fácilmente identificables. Uno de estos sistemas se desarrolla paralelamente a las alineaciones serranas, lo que ha podido favorecer la actual distribución de la red fluvial (probablemente ese pueda ser el origen de los valles que ocupan núcleos de anticlinales, como son los casos de los ríos Ibor y Almonte). Otro grupo de fracturas se dispone transversal y diagonalmente a las alineaciones predominantes, haciéndose notar especialmente cuando la fractura ha producido desplazamiento horizontal de los materiales, de manera que se rompe la continuidad a un lado y otro de la fractura. Esto es especialmente visible en las alineaciones de cuarcitas de las crestas que a menudo presentan un desplazamiento horizontal importante y que contribuyen a la formación de los collados, “apreturas” o portillas. Seguramente, el paraje de Puerto Llano, tan ligado a la historia de Guadalupe, se ha originado por una falla que ha producido un desplazamiento lateral en la alineación serrana dando lugar a la formación de este collado. Otros casos similares serían Collado Llano en la sierra de Viejas y la apretura del paraje Cancho de las Narices donde el río Viejas cruza la misma Sierra de Viejas para llevar sus aguas al valle del Ibor.

Estas son las principales estructuras que encontramos en Las Villuercas, y que describimos brevemente en un recorrido de Este a Oeste:



a) Anticlinal de Valdelacasa:
Prácticamente desmantelado por los procesos erosivos, los únicos relieves destacados los determina el encajamiento de la red fluvial en los terrenos precámbricos.

b) Sinclinal de Guadarranque:
El flanco norte se presenta bastante verticalizado, no así el flanco sur en su transición al anticlinal del Ibor que presenta incluso retazos de la charnela en la zona del Hospital del Obispo y en los llamados Camorros de Navalvillar de Ibor y de Castañar de Ibor.

En el valle del Hospital del Obispo existen formaciones, prácticamente relictas, generadas en períodos climáticos más fríos y húmedos que son las turberas o “trampales”. Son zonas del terreno, con cierto grado de encharcamiento favorecido por el drenaje de las zonas altas de la sierra y de las laderas, en las que se da un tipo de vegetación de extraordinario interés botánico con especies adaptadas a unas condiciones de suelo muy especiales.

Sinclinal de Guadarranque (Alía)

En ciertos niveles del Sinclinal de Guadarranque se dan abundantes muestras fósiles (trilobites, braquiópodos, graptolites, etc.) de gran interés paleontológico del Paleozoico inferior.

c) Anticlinal del Ibor-Guadalupe:
Se encuentra en la zona central del macizo de Las Villuercas. Es un anticlinal desventrado, cuyo núcleo es recorrido de forma prácticamente longitudinal por el río Ibor. Presenta una mayor amplitud de flancos hacia el sur y menor hacia el norte.

En el anticlinal del Ibor se encuentran los materiales que conforman el Grupo Ibor del periodo Ediacárico (situado sobre el denominado Grupo Domo Extremeño) reunidos en varios niveles o tramos:
El primer tramo o nivel inferior está constituido por materiales carbonatados, margas, lutitas y grauvacas. Esos materiales carbonatados afloran a lo largo de la ladera este del valle y representan la transición entre los períodos Ediacárico y Cámbrico. Tiene menor desarrollo hacia el sur y mayor hacia el norte (con un máximo de unos 600 metros) a la altura de Castañar de Ibor. En ellos se han encontrado fósiles de Cloudina carinata (primer metazoo con un exoesqueleto mineralizado) que según los datos geocronológicos, obtenidos de los estudios realizados en niveles que contienen este fósil en Yakutia y Namibia, constituye uno de los registros de metazoos más antiguos de la Península Ibérica y de Europa.
El tramo II del Grupo Ibor presenta abundantes fósiles de filamentos algales (Vendoatenia) y tubos orgánicos pertenecientes a Sabellidites cambriense, lo que permite incluir este nivel en el primer piso del Cámbrico inferior.

Fósiles de filamentos algales (Vendoatenia)

A lo largo de toda la formación carbonatada son abundantes las canteras y hornos de cal o “caleras” (el topónimo de la localidad La Calera es alusivo a ello), utilizados estos últimos para la obtención de cal como aglomerante para la construcción (hoy día todos ellos están abandonados):

CO3Ca (caliza) + Calor = CaO (cal viva) + CO2
CaO + H2O = Ca(HO)2 (cal apagada)

En esta misma serie y en las proximidades de Castañar de Ibor se han dado procesos de carstificación que han dado lugar a la "Cueva de Castañar" (declarada Monumento Natural), gruta subterránea de gran desarrollo, con formaciones y elementos cársticos de gran belleza y fragilidad, entre las que destacan las cristalizaciones de Aragonito, y de un excepcional interés científico y didáctico.

Delicadas cristalizaciones de Aragonito de la Cueva de Castañar de Ibor


d) Sinclinal de Viejas:
Es de menor amplitud que los anteriores. Hacia el sur y en el flanco de transición al anticlinal del Almonte se encuentra la mayor altura de la comarca con 1.601 m. (Risco de La Villuerca).

e) Anticlinal del Almonte-Navezuelas:
Igual que en el caso del Ibor su núcleo está surcado por el cauce del río Almonte, río que discurre longitudinalmente según el eje del pliegue en buena parte de su recorrido (hasta más allá de Roturas).

f) Sinclinal de Santa Lucía-valle del Ruecas:
En dirección noroeste se prolonga hacia el sinclinal de Monfragüe a través de Miravete y hacia el sureste por todo el valle del río Ruecas hasta la Sierra de Valdecaballeros.

g) Anticlinal de Logrosán:
Como ocurre con el anticlinal de Valdelacasa, esta es una gran estructura prácticamente arrasada, con algunos relieves sobresalientes que corresponden a los batolitos graníticos de San Cristóbal (Logrosán), Trujillo y Sierra de Sta. Cruz.

Esqueletos calcáreos de "Cloudina carinata" abundantes en las calizas del valle del Ibor



El día 23 de julio de 2009 se firmó en Guadalupe la declaración protocolaria del “Geoparque Villuercas-Ibores-Jara”. En el acto de la firma participaron los representantes de las siguientes instituciones: Junta de Extremadura, consejería de Cultura y Turismo, Diputación de Cáceres, Subdirección general de Desarrollo y Sostenibilidad Turística del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, Universidad de Extremadura, Mancomunidad de Municipios de Las Villuercas, Ibores y Jara, Asociación Profesional de Empresarios Turísticos de Villuercas, Ibores, Jara (Vibotur), Grupo de Acción Local APRODERVI.
Esta declaración se enmarca dentro del Plan de Dinamización del Producto Turístico Villuercas, Ibores, Jara.
Cabe decir aquí que el término “Geoparque Villuercas, Ibores, Jara” se debe a que así es denominada la mancomunidad politico-administrativa que agrupa a los pueblos de las tres presuntas subcomarcas extremeñas . Digo presuntas comarcas porque al hablar de la comarca de Los Ibores no se hace sino redundar en los términos, pues el Ibor es uno de los ríos de la comarca natural de Las Villuercas y los pueblos que existen en el valle del Ibor (Navalvillar de Ibor, Castañar de Ibor, Fresnedoso de Ibor, Mesas de Ibor y Bohonal de Ibor) están integrados geológicamente en el mismísimo corazón de la comarca natural de Las Villuercas.

Las cuarcitas armoricanas de Las Sábanas de Berzocana

Un Geoparque es un territorio que presenta un patrimonio geológico de interés y que está inmerso en un programa de desarrollo turístico sostenible. Aunque el término de Geoparque comenzó a utilizarse en la pasada década de los 90, tomó más auge en el año 2000 con la creación de la Red de Geoparques Europeos (European Geoparks Network, EGN) y cuando, posteriormente, la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) auspició y extendió el programa de Geoparques a todo el mundo, creándose así la Red Mundial de Geoparques (World GeoparkS), concebida, por la UNESCO, como una actividad complementaria del Programa Internacional de Geociencias, PICG (lo que anteriormente era el Programa Internacional de Correlación Geológica).

Desde su fundación, la Red de Geoparques se rige por un Comité de Coordinación formado por representantes de cada Geoparque, más un delegado de la UNESCO. Existe un convenio permanente entre los representantes de los Geoparques con la UNESCO, como reflejo de su participación activa en los proyectos de la Red. Una vez otorgado el certificado de Geoparque a un territorio, este no tiene validez indefinida. En efecto, cada cuatro años, cada socio es evaluado y puede perder la condición de miembro de la Red de Geoparques Europeos.

El motivo de promover una red mundial de parques geológicos viene del interés mostrado por las instituciones de Ciencias Geológicas y los científicos especialistas, en la preservación del Patrimonio Geológico Mundial.

Los Geoparques tienen estos objetivos fundamentales:

-Preservar el Patrimonio Geológico para las generaciones futuras (Geoconservación).

-Educar y concienciar a los ciudadanos para lograr la justa valoración de las Ciencias Geológicas y disciplinas Medioambientales (Educación).

-Asegurar un desarrollo económico y social sostenible (Geoturismo).

Se valora, en definitiva, la conservación del medio natural, así como la colaboración entre los miembros de la Red.
La certificación de Geoparque por parte de la UNESCO supone, pues, un reconocimiento de la importancia de los valores geológicos de un territorio, así como otros valores (arqueológicos, ecológicos, culturales,…).
Si bien, hasta la fecha, lo que se ha producido es un reconocimiento de los valores geológicos por parte de las mencionadas instituciones extremeñas. Lo que procede a continuación es preparar y presentar la documentación correspondiente, debidamente justificada, a la UNESCO, para que el órgano correspondiente (Comité de Coordinación) dictamine la inclusión, o no, de Las Villuercas en la Red Mundial de Geoparques. Queda, por lo tanto, un laborioso y apasionante trabajo por delante.

Los valores geológicos de Las Villuercas son incuestionables, y es indudable el interés de los especialistas de las Ciencias de la Tierra, en general, y de los científicos y especialistas en las Ciencias Geológicas en particular, para que esos valores sean reconocidos por un organismo internacional como la UNESCO. Así lo manifestamos, apoyamos y deseamos desde la Asociación Geológica de Extremadura (AGEx).

Igualmente, de forma particular, reitero mi deseo, mi apoyo y mi entusiasmo, como docente, como profesional de la Geología y como villuerquino (Navalvillar de Ibor), para que Las Villuercas vean reconocida su importancia geológica y cultural a nivel mundial.

A continuación se muestran algunas imágenes alusivas a algunos elementos geológicos, arqueológicos y culturales representativos de la comarca de Las Villuercas:

Espeleotemas cristalinos de Aragonito en la cueva de Castañar de Ibor.
Monumento de la Naturaleza
de Extremadura

Pinturas rupestres del Calcolítico sobre cuarcitas armoricanas (Cañamero)

Estela del Guerrero de Solana de Cabañas (siglo IX a.C.)

Cerámica celtibérica (s. IV a.C.) del castro vetón de la Coraja (Aldeacentenera)

Verraco vetón de Valdelacasa de Tajo (s. III a.C.)

Castillo medieval de Cabañas (siglo XII d.C.)

Real Monasterio de Santa María de Guadalupe (s. XIV d.C.).
Patrimonio de la Humanidad




Magín Murillo Fernández

Mayo de 2010. Revista Guadalupe nº 819.




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