23 de mayo de 2011

GEOSITIO: LAS TURBERAS DEL HOSPITAL DEL OBISPO

Localización y accesos:
El paraje del Hospital del Obispo es una nava que se encuentra situada a unos 1000 m. de altitud, es decir, es un valle elevado o "colgado" sobre los demás valles de la zona, ubicado en la parte más occidental del término municipal de Villar del Pedroso, entre las acusadas elevaciones de las Sierras del Rullo y del Hospital (Cerro Fortificado) que se localizan entre las poblaciones de Navalvillar de Ibor y Navatrasierra (ver mapa).

Se accede facilmente por la carretera que une Guadalupe con Navatrasiera y que parte de la carretera de Guadalupe a Navalmoral de la Mata; también se llega por una pista forestal que desde Navalvillar de Ibor sube por el valle de la Garganta Salóbrega hasta el caserío del Hospital.


Coordenadas geográficas: 39º34’52’’ N; 5º20’29’’ W
Coordenadas UTM: 30S 298.917 m E; 4.383.876 m N

Grado de dificultad: Bajo, por sus buenos accesos por carreteras y pistas forestales; pero atención, las turberas que podemos encontrar a ambos lados de la carretera que recorre el fondo del valle, en una superficie total no superior a los 6.000 m2, no deben pisarse ni menos caminar sobre ellas, pues se corre el alto riesgo de hundirnos en sus materiales fangosos o pantanosos y quedar atrapados. Además las turberas son ecosistemas muy vulnerables y las pisadas de los visitantes pueden alterar el equilibrio ecológico.

Características geológicas:

La nava del Hospital de Obispo tiene un perfil longitudinal suave, de menor pendiente topográfica que la de los demás valles drenados por los arroyos de la zona. Por tanto, al ser el drenaje tan lento debido a la escasa pendiente, las aguas procedentes de las precipitaciones se encharcan empapando los sedimentos de arcillas y limos allí depositados y originando pequeñas pozas que se denominan "bohonales", "tembladeros" o "trampales" donde se desarrollan las turberas.

Vista general de uno de los trampales del valle

Pero, ¿qué es la turba y cómo se forma?. La turba es un material orgánico, poco compacto y rico en carbono y agua; de color que va desde el pardo claro hasta el negro (dependiendo del contenido en carbono y la edad; a mayor edad, más oscuro y de mayor contenido en carbono). Su aspecto es esponjoso y ligero, en la que aún se observan restos de los materiales vegetales (generalmente musgos) que la originaron. El proceso de formación, que dura siglos, consiste en la acumulación y fosilización de estos restos vegetales en zonas encharcadas permanentemente.
Las turberas constituyen uno de los ecosistemas más pobres en nutrientes, existiendo un importante déficit de nitratos en el suelo, debido a que el permanente encharcamiento de las turberas impide la existencia de bacterias nitrificantes.


Vista general de otro de los trampales que se encuentran en el valle

Todo ésto le ha dado un interés añadido a las turberas, puesto que albergan una vegetación muy peculiar e interesante que ha desarrollado diferentes mecanismos para adaptarse a esta escasez de nutrientes y que en muchos casos constituye endemismos botánicos de gran importancia. Las partes residuales de las plantas, en lugar de descomponerse, con el paso del tiempo se van acumulando debajo de los nuevos brotes del musgo y forman la turba.

Encharcamiento permanente de las turberas

La nota exótica de estos "trampales" del Hospital del Obispo la pone la Drosera rotundifolia, comúnmente "Rosolí o Rocío del Sol", planta carnívora insectívora que suple el déficit de nutrientes del suelo con la capacidad de obtener alimento de la digestión de pequeños insectos que quedan atrapados en las secreciones pegajosas de los pelos de sus hojas.


Planta insectívora Drosera rotundifolia (Rosolí)
Objetivos de la visita:

Se trata de observar el valle donde se encuentra el caserío del Hospital del Obispo, los diferentes "trampales" o turberas, sus condiciones ambientales, su característica flora y la de su entorno, la fauna, etc. Tendremos en cuenta que los trampales están protegidos por la Directiva de Hábitats, que los considera "Hábitats de Interés Prioritario". Además, muchos de sus elementos botánicos están incluidos en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas, por ejemplo, la Drosera rotundifolia.

Pero no solo las formaciones vegetales tan singulares de las turberas dan importancia a este ecosistema, sino que lo especial de su formación ha hecho que su funcionamiento sea único también tanto desde el punto de vista hidrológico, como de la composición y formación del suelo.

Ermita del Hospital del Obispo

Así mismo, veremos la vieja ermita del lugar (siglo XV), recorreremos el Camino Real de Guadalupe por donde los reyes y peregrinos de Castilla llegaban hasta el Monasterio donde se guarda la imágen morena de la Virgen Santa María de Guadalupe del siglo XII.

Con una subida al Cerro Fortificado, por la pista que llega hasta las antenas, completaremos la información geológica de los alrededores.